¡Vivan las mujeres!


¡Vivan las mujeres!


Desde Lucy, la homínida que caminó erguida hace más de tres millones de años, hasta Eva, Saba, Sherezade, Cleopatra, María, Rut, Rebeca, Ester, Golda, Ayn, Victoria, Isabel, Juana, Marie, Hannah, Manuelita, Shakira... Mi madre, mi esposa, mis hijas, mis amigas. Todas ellas, protagonistas de la evolución biológica, cultural, simbólica y ética de la humanidad.

A pesar de que aún existen sociedades cuyas estructuras legales o culturales se encuentran ancladas en paradigmas patriarcales o premodernos, la mayoría de los Estados-nación contemporáneos, especialmente en Occidente, han adoptado legislaciones que promueven la igualdad jurídica, el reconocimiento de los derechos naturales y civiles, y el acceso meritocrático a las oportunidades. Es decir: son, en lo normativo, liberales, democráticos y humanistas.

Sin embargo, el machismo persiste como una disfunción psicosocial: una inercia cultural que puede habitar tanto en hombres como en mujeres. No obstante, es fundamental distinguir entre individuos con prejuicios y sistemas legales institucionalmente machistas. Hoy, en las democracias liberales, no existe ninguna ley que establezca, por ejemplo, que debe pagarse menos a una mujer que a un hombre por el mismo trabajo. Este argumento ha sido refutado ampliamente por pensadores como Thomas Sowell, María y Axel Kaiser, Juan Ramón Rallo, o la propia Ayn Rand, entre otros.


Diferencias biológicas significativas

A continuación, propongo reflexionar sobre algunas diferencias biológicas entre hombres y mujeres que, lejos de jerarquizar, ilustran una maravillosa diversidad funcional con implicaciones evolutivas y médicas:

1. Genética y cantidad de ADN:
Las mujeres poseen dos cromosomas X, frente al cromosoma X y el más pequeño cromosoma Y en los hombres. Esta diferencia implica que las mujeres portan un ~3% más de ADN codificante, ya que el cromosoma X contiene aproximadamente 1,500 genes y 153 millones de pares de bases, en comparación con los ~50 millones de pares de bases y 78 genes funcionales del cromosoma Y. Esta diferencia genética podría correlacionarse con ciertos factores protectores, como una mayor producción de antioxidantes endógenos, hipótesis en desarrollo dentro de nuestro proyecto [@bioecorganic].

2. Carga genética por masa corporal:
Las mujeres, al tener una proporción corporal distinta (en promedio, menor masa por menos células somáticas que el hombre), presentan una "mayor densidad genética" relativa, lo que podría tener implicancias en longevidad, resiliencia celular o mecanismos de reparación genética.

3. Longevidad y supervivencia:
Estadísticamente, las mujeres viven más. Según datos de Naciones Unidas (2023), la esperanza de vida global es de 80–85 años para mujeres y 70–75 para hombres, dependiendo de variables socioeconómicas. Esta diferencia se explica por una interacción entre factores biológicos (como la doble copia del cromosoma X, que otorga redundancia genética) y factores conductuales (menor exposición a riesgos, mayor cuidado sanitario, entre otros).

4. Proporción de nacimientos:
La biología parece compensar esta mayor longevidad femenina con una tasa ligeramente superior de nacimientos de varones: nacen entre 105 y 106 niños por cada 100 niñas. Esta asimetría inicial tiende a equilibrarse en la adultez por la mayor vulnerabilidad biológica masculina en etapas tempranas.


Anatomía comparada: algunas diferencias

  • Número de huesos y músculos:
    Ambos sexos tienen aproximadamente 206 huesos y entre 600–650 músculos. No obstante, las mujeres pueden tener ligeras variaciones en huesos de manos y pies. La masa muscular en hombres tiende a ser mayor por efectos de la testosterona.

  • Densidad ósea:
    Los hombres presentan mayor densidad mineral ósea, lo que les confiere más resistencia estructural. Las mujeres, especialmente tras la menopausia, tienen mayor riesgo de osteoporosis.

  • Capacidad pulmonar:
    Los hombres suelen tener una capacidad pulmonar absoluta mayor, aunque las mujeres presentan mejor eficiencia respiratoria relativa en ciertos contextos de esfuerzo prolongado.

  • Estatura promedio:
    Las diferencias de estatura entre sexos varían geográficamente. En promedio global, los hombres miden ~170 cm y las mujeres ~160 cm. En Europa, los promedios son de 175 cm (hombres) y 165 cm (mujeres), con ligeras variaciones por continente.


Países con legislación restrictiva hacia las mujeres

A pesar de los avances globales, aún existen regímenes donde la legislación impone limitaciones a los derechos fundamentales de las mujeres, particularmente en materia de autonomía corporal, participación cívica y libertad de tránsito:

  • Arabia Saudita: Aunque ha habido reformas, las mujeres aún enfrentan restricciones para viajar, trabajar o acceder a ciertos servicios sin permiso masculino.

  • Irán: Las normas de vestimenta y la censura sobre el cuerpo femenino son obligatorias bajo pena legal.

  • Afganistán: Las mujeres han sido excluidas del sistema educativo y laboral bajo el actual régimen talibán.

  • Pakistán, Sudán y Somalia: Persisten prácticas como el matrimonio infantil, restricciones al acceso a la educación o violencia estructural de género.


Este texto es un homenaje y una reivindicación: biológica, histórica, legal, ética y poética. Reconocer la singularidad femenina no implica caer en esencialismos, sino visibilizar una diversidad rica en significados y funciones, inseparable de la historia evolutiva del Homo sapiens.

Mikel de Elguezabal Méndez-Rodulfo, biólogo. 47.
Fundación LEA,



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